Alejandro Alberto López Aquino además de haber participado en el Ballet Folclórico de México y otras compañías mexicanas ha llevado la danza y el folclor a diferentes partes del mundo.
Alejandro Alberto López Aquino, egresado de la Licenciatura en Danza de la Universidad de las Américas Puebla, ha recorrido un largo camino dentro de la danza hasta consolidarse como un bailarín, coreógrafo y gestor exitoso, razón por la cual fue reconocido por la convocatoria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Quintana Roo 2018.
Para que Alejandro lograra ser reconocido con la beca PECDA en Quintana Roo y continuar con su formación académica en el posgrado de políticas culturares y gestión cultural en la Universidad Autónoma Metropolitana, tuvo que recorrer un largo camino donde sin duda ha aprendido cómo funciona el mundo de la danza en México y en el extranjero.
Alejandro se aventuró al mundo de la danza gracias a su acercamiento a la UDLAP y sobre todo a sus ganas de siempre hacer algo. En entrevista y de visita en el campus que lo vio crecer comentó que, en 2003, apenas recién llegado a la universidad decidió fundar un proyecto de folclor, “Zentzontle nace del estómago porque para mí en aquel momento era mi refugio, el folclor era mi lugar seguro, era lo que había hecho durante diez años”. Con unas presentaciones en 2003, poco a poco el proyecto empezó a marchar, hasta que hoy en día, Zentzontle es uno de los Equipos Representativos Culturales más reconocidos de la universidad.
Egresado en 2006, Alejandro hizo audición en Europa y “no quedé en alguna compañía, entonces regresé en México con toda la motivación del mundo y pensé si lo necesito yo, seguramente más gente lo necesita y entonces yo empezaba ya a pensar en la vinculación social, en el estudio de los públicos, en tener más comunicación cercana con personas rezagadas en cuestión cultural y entender la cultura de cada uno”.
Desde hace 9 años y después de haber recorrido diversas compañías nacionales e internacionales, entre ellas el Ballet folclórico de México, el egresado UDLAP conformó su proyecto Operativo Silla Móvil, el cual, desde su primera intervención en público en 2010, tiene alrededor de 30 coreografías creadas para diversos espacios (alternativos y formales) y ha actuado al lado de diferentes compañías dancísticas en eventos privados y públicos. “Con Silla Móvil ya nos volvimos una compañía reconocida en Quintana Roo, gracias a la vinculación social vamos a las comunidades, llevamos espectáculos basados en la cultura popular mezclado con el lenguaje contemporáneo de la danza, la vinculación con la música y poesía son espectáculos que se dan en espacios alternativos para sectores específicos del público”.
Por otra parte, Alejandro después de su regreso a la UDLAP y el acercamiento que tuvo con los jóvenes estudiantes de danza, comentó que ve a los alumnos con muy buen nivel, y agregó que “nunca dejamos de aprender y enseñar siempre me ha gustado la docencia, ya que desde adolescente tuve la oportunidad de dar clases para niños y me gustó mucho la interacción de los procesos de aprendizaje enseñanza. Al venir acá, ver, leer sus cuerpos, ver que está pasando, cuáles son sus carencias, sus virtudes y potenciales me apasiona mucho, veo que son muy buenos y tienen mucho potencial”.
Desde su experiencia expresó que hace mucha falta la humildad en el mundo del arte, y “en el de la danza más porque es tan físico y tan presente que se vuelve una coraza, es bueno ser humilde, pero sin dejarse pisotear, es un equilibro que se encuentra en la vida profesional. Sin duda, el reto más grande que tienen los estudiantes al salir de aquí es ser humildes ante los fenómenos de la realidad cotidiana para poderlos aprovechar y sacarle jugo al máximo”, finalizó.